Camino Künig, vuelta a los orígenes
Por Alejandro Gonzalez | 16/02/2024
Imagen: Alejandro GonzalezViendo a Magar con tanta máquina al hombro, una anciana nos pregunta :
_¿son os que veñen amañar a carretera?
_non señora, somos peregrinos.
Se me queda mirando, desconfiada, pero yo sonrío y ella también lo hace, y me dice:
_fai dous anos que pasou un…
¡Un peregrino! ¡El río enorme de las peregrinaciones reducido, en el camino de O’Cebreiro, a un peregrino, y hace dos años!. ¿Quién sería?
Este maravilloso y entrañable extracto del libro “por el camino de las peregrinaciones” escrito por Don Álvaro Cunqueiro en 1962, sirve más que de sobra para hacerse una idea de como sería el camino francés antes del boom del primer Xacobeo en el 93, o incluso antes de aquel año Santo Compostelano de 1965 en el cual el ministerio de Turismo promocionó turísticamente el camino de Santiago y ya se veía algún peregrino de vez en cuando.
Hoy en día el camino de Santiago es un fenómeno de masas deseosas de una “aventura” diferente que cuando aterrizan en Sarria se diluyen en el pelotón multicolor de “peregrinos” en el que desaparece el más mínimo atisbo de dicha aventura igual que lo hace el azúcar en un café caliente.
El que escribe, después de recorrer muchos caminos y quedar más que satisfecho con todo lo vivido en ellos siempre le quedó una espinita clavada, el haber descubierto tarde ya “el camino” y no poder vivir una peregrinación como las de los años 60, solitarias, y con ese punto de aventura y supervivencia que las hacía épicas.
Uno de los muchos problemas que sufre el camino de Santiago, especialmente el camino francés, aunque otros caminos no se libran, es el “abuso” que conlleva la masificación en cuanto a precios y trato por parte de los hosteleros, (no todos por supuesto) y el hartazgo de los paisanos que viven a pie de camino y tienen que soportar la serpiente multicolor de peregrinos, cosas como maletas troley haciendo ruido, cánticos a altas horas de la madrugada y no tan altas, que entre 200 y 500 personas al día pasen por la puerta de casa diciendo "buen camino", o preguntando ¿queda mucho hasta el bar?, o ¿cómo se llama este pueblo?, o ¿me podría dar un poco de agua?
Otro problema no menos grave y a tener en cuenta son las ansias de domesticar los espacios naturales del camino, véase la cruz de Ferro por parte de algunos ayuntamientos y el hacer cada día más fácil el camino a aquellos que deciden hacerlo mediante artilugios como patinetes o bicicletas eléctricas.
A lo largo de los muchos siglos de historia del camino de Santiago siempre hubo problemas que afectaban a los peregrinos de cada época, por eso en el tramo final del siglo XV, un monje de nombre Hermann Künig, perteneciente al convento que la orden de los Siervos de María tenía en Vach (Vacha), en el actual estado alemán de Turingia, decidió peregrinar al extremo noroccidental de España, para visitar la tumba del apóstol Santiago.
El monje dejó escrita una guía de su largo viaje por territorios que actualmente corresponden a Suiza, Francia, España, Bélgica, Holanda y Alemania.
En su peregrinar por España decidió tomar dos alternativas diferentes y no seguir los pasos de las ordas de peregrinos de aquella época por diferentes razones. La primera, era por evitar los pasos más altos y difíciles como son el monte Irago en Foncebadon y el alto de O'Cebreiro a la entrada de Galicia. Y la segunda, era porque al parecer en esos tramos duros de camino los abusos a los peregrinos y los malos tratos estaban a la orden del día. Por eso decidió tomar esos dos desvíos y plasmarlos en lo que fue la primera guía escrita para peregrinos de la historia. Y decía así:
“Si tomas el lado izquierdo, llegarás sin más demora a Astorga.
Pero, si quieres seguir mi consejo, quédate siempre en la derecha;
Entonces no necesitarás escalar montaña alguna, déjalas todas a tu izquierda.
Desconfía de Rabanal del Camino, este es mi consejo.
Por este camino, llegarás pronto a Ponferrada.
En primer lugar, tienes que preguntar por el camino de Santa Marina,
Y deja Astorga tres leguas a tu izquierda.
Entonces cruzarás un pueblo tras otro y te encontrarás entre buena gente y podrás avanzar en toda seguridad.
Y te darán de buen grado vino y pan cerca de Ponferrada.
En la ciudad, hay un castillo señorial.
Desde aquí, tienes tres leguas hasta Cacabelos, entonces cinco leguas hasta Villafranca del Bierzo ; allí bebe el vino con razón, porque a más de uno le quema el corazón , que se apaga como una candela.
Desde aquí, tienes que cruzar un puente, después otro; ahora, escúchame bien: si no quieres coger el camino por el monte de la Faba, déjalo a tu izquierda y a la altura del puente desvíate a la derecha.
A dos leguas encuentras rápido un pueblo.
Desde allí, andarás cinco leguas más, entonces te encontrarás un pueblo que está situado sobre una montaña escarpada.
Cuatro leguas más lejos, entras en la ciudad de Lugo."
Y entonces a mi, que busco caminos poco transitados y además procuro ir en épocas de poca afluencia de peregrinos, me llamó la atención la Vía Künig. Ya tenía referencias del tramo entre Las Herrerías y Lugo, tramo este perfectamente señalizado y cada vez mas promocionado, pero buscando información vi también el otro tramo que hizo el monje alemán entre San Martín del Camino y Ponferrada, totalmente virgen este último y absolutamente por explorar. Es justo lo que estábamos buscando, y allí que nos fuimos yo y mis compañeros de camino sin saber lo que nos íbamos a encontrar y solo teniendo como referencia la traducción que de la guía medieval se hace en el libro “el camino de Künig a Compostela” de Tomás Álvarez.
Lo que nos encontramos fue música celestial.
Pueblo a pueblo, paso a paso, paisano a paisano todo el mundo nos preguntaba que si éramos peregrinos, nos hacían fotos al pasar, nos decían que si queríamos ir a Astorga no era por allí, como pensando que nos habíamos perdido, entonces les contestábamos que no queríamos ir a Astorga, que estábamos haciendo el camino künig. Otros nos preguntaban si estábamos haciendo un camino de Santiago raro de esos al vernos con la mochila y nuestras vieiras. Un día hasta nos invitó a unas cervezas una buena señora haciendo así bueno y fidedigno todo lo que Hermman künig escribió sobre estas gentes en su guía y que sigue estado vigente a día de hoy.
Nos encontramos ayuntamientos como el de Benavides de Orbigo cuya alcaldesa nos “asaltó” a nuestra llegada al pueblo asombrada de ver peregrinos haciendo el camino künig y regalándonos una agradable charla en la cual nos mostró sus intenciones de señalizar el camino e incluso de abrir un albergue.
Más adelante tuvimos la enorme suerte de conocer a Jesús y Mariángeles en Quintanilla del Valle, incansables luchadores por sacar al pueblo adelante y comprometidos con hacer la vida más amena a sus gentes mediante multitud de actividades. Ahora también comprometidos con el camino pues hemos tenido la gran noticia de saber que han abierto una acogida tradicional para los peregrinos. Si alguien está pensando en cambiar la ciudad por un pueblo y no sabe cómo hacerlo, que vaya a conocerlos. Son un verdadero ejemplo de que “sí se puede”, ¡si se quiere claro!.
Y entonces nos dimos cuenta que aquello era “el camino” a seguir, que de nada sirve ser otro peregrino más de cuatrocientos mil, que allí éramos “los peregrinos”. Entonces comprendí que gracias a Dios aquella espinita que tenía clavada de no haber podido hacer una peregrinación en los años 60, me la acababa de quitar y con honores. Entonces entendí que todo lo que hice por el camino, Bodenaya, Izarra, lo había hecho por devolver al camino todo lo que me había dado, y ahora no sabía cómo agradecer todo lo vivido estos días en el camino künig.
Peregrino, si estás pensando en hacer un camino diferente, si tienes pensado vivir una aventura, si no te gusta seguir el rebaño, si añoras el sentirte peregrino a Santiago has de saber lo siguiente, en este camino no hay transporte de mochilas, no hay prácticamente infraestructuras, hablo de noviembre de 2023, no hay mucha gente con la que poder conversar, si encuentras un bar abierto entra porque quizá sea el único de la etapa, hay soledad e introspección, si, pero sobretodo hay “CAMINO” hay “HOSPITALIDAD”, y hay unas gentes maravillosas esperando a que vayáis a conocerlos.
A poco que se pongan las pilas los ayuntamientos abriendo sitios de acogida y con un mínimo de señalización adecuada (hablo de simples flechas amarillas), poco a poco el tramo leonés del camino künig saldrá de su largo letargo y el río de riqueza, no sólo monetaria, que dejan los peregrinos al pasar, irá regando esas maravillosas tierras. Merecido lo tienen.
Camino, camino y más camino, eso es lo que se encuentra el peregrino al recorrer el camino de Künig.
¿Y tú?, ¿quieres ser un peregrino más de los cuatrocientos mil?, ¿un número en las estadísticas?, ¿o prefieres vivir la aventura del camino de Santiago?. ¿Te lo vas a perder?.
Buen camino de Künig.