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Recuperando caminos

Por Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago | 25/02/2022

Borrador del itinerario Requejo-Alto de Padornelo

Una provincia como Zamora, que cuenta con cinco caminos históricos y tradicionales que discurren por 500 km de territorio, dispone de un amplio patrimonio inmaterial por el que pueden avanzar hacia Compostela miles de peregrinos, atravesando un porcentaje muy importante de los pueblos de su territorio, y a los que podemos convertir en nuestros mejores embajadores para que difundan el rico patrimonio que conservamos.

Sin embargo, esta extensa red de caminos requiere un mantenimiento constante para que estén perfectamente acondicionados y señalizados, eliminando los puntos negros que los peregrinos pudieran encontrarse, lo que representa una ardua tarea y un despliegue de medios humanos considerable; además, esta provincia, en los últimos años, se ha visto afectada por dos grandes proyectos de infraestructuras de comunicación: la autovía de la Ruta de la Plata entre Zamora y Benavente y la nueva línea férrea de alta velocidad de Madrid a Galicia.

Estos proyectos han afectado directamente a dos de los cinco caminos jacobeos: la autovía ha alterado de forma considerable algunos tramos por los que discurre la Vía de la Plata, mientras que el tendido ferroviario de Alta Velocidad ha visto modificado durante el tiempo que han durado las obras, el itinerario del Camino Sanabrés, precisando establecer caminos alternativos que, una vez concluidas éstas, se impone recuperar, en la medida de lo posible, el trazado original. Era, por tanto, necesario acometer durante la ejecución de ambos proyectos una revisión de nuestros caminos, eliminando aquellos puntos que podían representar algún riesgo para los peregrinos, estableciendo itinerarios alternativos y adecuando la señalización, en muchas ocasiones precaria y confusa, y que ahora necesita ser actualizada.

El objetivo resultaba ambicioso teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros que era necesario revisar, y para una asociación de reciente creación, como es la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, que apenas dispone de medios, afrontar este proyecto era prácticamente inviable.

La Asociación carece de cualquier tipo de ayuda institucional, por lo que son los propios socios los que se hacen cargo de todos los gastos que conlleva realizar este proyecto: desplazamientos, pintura, confeccionar soportes metálicos y de madera… Afortunadamente, un grupo de ellos se ha ido alternando para realizar estas tareas de adecuación de los caminos, el cual, a lo largo de los dos últimos años, un día a la semana, se ha dedicado a la tarea de reacondicionar y señalizar nuestros caminos jacobeos.

Los dos primeros caminos que este grupo de voluntarios afrontó de forma simultánea, fueron la Vía de la Plata desde el límite con Salamanca, y el tramo de nuestro Camino Zamorano-Portugués, desde la capital hasta la frontera con Portugal en Quintanilha.

Posteriormente se fueron revisando el Camino de Levante, que entra en la provincia por Villafranca del Duero, continuando por Toro y Villalazán hasta llegar a Zamora; y el Camino del Sureste, que por Villalpando enlaza con la Vía de la Plata en Benavente.

También se actuó en el tramo del Camino del Tera, continuación desde Benavente hasta Santa Marta de Tera, donde enlaza con el Camino Sanabrés, Por último, el Camino Sanabrés, que es la principal arteria que siguen los peregrinos que proceden del sur o de levante. En este camino, una vez pasado Puente Quintos, hubo que acometer una tarea importante para salvar un pequeño riachuelo que en época de intensas lluvias resultaba complicado para los peregrinos superar, habilitando unos escalones con madera, piedras y tierra.

Sin duda el tramo más complejo y cuya revisión se fue posponiendo en el tiempo, ha sido el comprendido entre Puebla de Sanabria y el alto de A Canda, límite con la comunidad gallega.

Primero fue el confinamiento por la pandemia y finalmente la llegada del invierno, fueron retrasando este necesario trabajo de acondicionamiento para dar por concluida la señalización de los caminos en Zamora.

Los nuevos túneles y viaductos del ferrocarril en la comarca de la Alta Sanabria –especialmente en la subida a la Portilla de Padornelo y al tramo comprendido entre Aciberos y Lubián–, eran los que habían alterado más el itinerario de este camino, debiéndose desviar los peregrinos por trazados alternativos, como ha sido el arcén de la carretera N-525 para cruzar el Alto de Padornelo o un tramo que en el año 2015 la Asociación señalizó junto con el ayuntamiento de Lubián, aunque la variante suponía eludir el paso por Aciberos.

Una vez que las obras han concluido, la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago ha llevado a cabo la revisión de este último tramo, contando para ello con la inestimable colaboración de D. Felipe Lubián, alcalde de Lubián, quien una vez más ha mostrado su inquietud y desvelo en el mantenimiento de los caminos, recorriendo e informando de los antiguos trazados que seguían los peregrinos, recuperando de esa forma los caminos tradicionales.

El Ayuntamiento de Lubián ha acondicionado y desbrozado la subida al puerto del Padornelo siguiendo la traza original, discurriendo de nuevo por unos parajes cargados de gran belleza natural. No obstante, al comenzar la subida propiamente dicha, hay que cruzar un pequeño arroyo, que apenas lleva agua durante la mayor parte del año, pero en época de lluvias su paso puede resultar complicado, por lo que provisionalmente se ha señalizado un corto trazado alternativo hasta que se instale un pequeño puente de madera.

Una vez superado el puerto y cruzado el pueblo de Padornelo, llega el peregrino a Aciberos. También aquí tiene que afrontar el paso por un camino murado que suele estar encharcado al discurrir por él las aguas que bajan de la montaña. La alternativa, de no haber una solución válida sin alterar la pureza del lugar, será la de continuar por la carretera local hasta el pueblo. Algo similar ocurre en el itinerario hasta La Canda: no ofrece mayores problemas, salvo algunos lugares en los que los aliviaderos de agua de la montaña, en épocas lluviosas, pueden embarrar excesivamente algunos tramos del camino; como en otros lugares en la zona, las alternativas son escasas, dada la orografía y la dificultad en el acceso para llevar a cabo los trabajos precisos para solucionar el problema.

Los voluntarios de la asociación que han estado revisando y señalizando este último tramo del camino, lo han hecho esperando y deseando que los peregrinos que lo recorran encuentren en estos parajes esos parajes únicos y gratificantes que, tal vez, es lo que venían buscando, disfrutando de la armonía con la naturaleza, que le favorecerán, sin duda, a llegar al verdadero objetivo de la peregrinación.

Es una satisfacción poder dar por concluido este proyecto de mejora y señalización de nuestros caminos, recuperando los trazados originales y evitando el peligro que representa la carretera para aquellos que se vean forzados a ir caminando por el arcén, especialmente en tramos como el de la subida del Padornelo, donde se ha conseguido habilitar un trazado que siempre se había utilizado y estaba siendo invadido por la maleza y había caído en desuso con el paso del tiempo.

Agradecer a los voluntarios de la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, que han dedicado con entusiasmo su tiempo, para mejorar el trazado que van siguiendo los peregrinos en su camino a Compostela.

 

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