El Camino de Santiago: entre la tradición y la comodidad
Por Anónimo | 13/05/2024
Imagen: Burkard MeyendrieschEl Camino de Santiago, esa ruta milenaria que ha atraído a millones de peregrinos de todo el mundo a lo largo de su historia, hace tiempo que se encuentra en un momento de transformación. En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento significativo en la cantidad de empresas que ofrecen servicios para organizar, guiar y transportar la mochila a los peregrinos a lo largo de esta emblemática senda. Sin embargo, esta proliferación no está exenta de controversia y podría afectar la esencia misma del Camino. Hoy en día no hay espacio para la sorpresa, ni para la búsqueda, ni para la improvisación. Está todo perfectamente programado. Haciendo del camino de Santiago unas simples vacaciones.
La comodidad vs. la aventura
En tiempos pasados, los peregrinos se lanzaban al camino a corazón abierto, sin saber las etapas que iba a recorrer, ni conocer los albergues donde iba a pernoctar, ni a los hospitaleros de esos albergues. Era pura improvisación, y había que estar alerta con los cinco sentidos.
Hoy en día, la situación es muy diferente. Desde la comodidad de nuestros hogares, podemos planificar cada detalle: qué taxi nos llevará la mochila, cuáles son los albergues mejor valorados según las reseñas y qué hospitaleros tienen fama de tener malas pulgas. Y se nos viene el mundo encima si mandamos un email para hacer una reserva y no contestan en los siguientes cinco minutos.
La sorpresa y la búsqueda han dado paso a la certeza y la previsibilidad.
El postureo
Lo que alguna vez fue considerado la mayor aventura del siglo XX, ha evolucionado hacia el "postureo" de Instagram, Facebook, etc. Nuevos Influencers que a la mínima dificultad, véase barro, lluvia, cuestas, bajadas, calor, frío, te cogen un taxi o un autobús porque "aquí no hemos venido a sufrir".
Antiguamente, los peregrinos se enfrentaban al camino con valentía y determinación. Hoy, casi lo raro es ver a alguien caminando con su mochila, especialmente en los últimos cien kilómetros.
Mochila al hombro o en taxi
En los tiempos antiguos, si algún peregrino decía que no podía llevar la mochila al hombro porque tenía mal la espalda, y por ello la llevaba en taxi, era porque realmente la tenía mal. Ahora, el ochenta por ciento de los que caminan los últimos cien kilómetros para obtener la Compostela "tienen" problemas de espalda. Nótese la ironía.
Recientemente, un peregrino que recorría el Camino Inglés con su mochila fue increpado por otros: "¿Qué te crees, Rambo? ¿Qué quieres demostrar llevando tu mochila?". La pregunta resuena en el aire, recordándonos que el Camino de Santiago sigue siendo un desafío personal, más allá de las comodidades modernas.
Quizá sea cierto aquello que mucha gente lleva diciendo desde hace tiempo, que el camino tenía que volver a los años 80 del pasado siglo, cuando verdaderamente el camino le cambiaba la vida a los peregrinos a la primera de cambio.
Una elección muy personal
Realizar el camino de Santiago es una experiencia profundamente personal y la elección entre llevarlo todo a la aventura o planificado depende de la personalidad y las preferencias de cada uno.
- Por un lado, hacerlo con mochila al hombro y a la aventura, puede ser una experiencia liberadora. Te permite vivir el momento, ser flexible con tu itinerario y estar abierto a nuevas experiencias y personas que encuentres en el camino. Esta opción puede ser mejor para aquellas personas que buscan espontaneidad y descubrimiento personal.
- Por otro lado, llevarlo todo planificado ofrece seguridad y tranquilidad. Saber dónde vas a dormir cada noche y qué esperar puede reducir el estrés y permitirte concentrarte más en la experiencia en sí.
En última instancia, no hay una respuesta correcta o incorrecta. Es una cuestión de equilibrio entre la aventura y la planificación, y de encontrar lo que resuene contigo y con tus razones para emprender el camino.
Lo importante es que el viaje sea significativo para ti .
¡Buen camino!