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Camino Catalán por San Juan de la Peña
Etapa 9

Etapa de Berbegal a Pueyo de Fañanás

km 27,5
Tiempo 07H 15’
Dificultad Media
Albergues 2
Disponible sin conexión

Jornada larga, pero salvable si dormimos en Pertusa o literas de Antillón

Información sobre la etapa 9: Etapa de Berbegal a Pueyo de Fañanás

Perfil: Etapa de Berbegal a Pueyo de Fañanás

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Puntos de interés de la etapa 9: Etapa de Berbegal a Pueyo de Fañanás

  • 16 Vía romana
  • 15 Opción por camino
  • 14 Iglesia de San Pedro Mártir de Verona
  • 13 Pueyo de Fañanás
  • 12 Desvío a la derecha
  • 11 Vista de Blecua, Guara y Pirineos
  • 10 Antillón
  • 9 Carretera A-1217
  • 8 Puente romano
  • 7 Cripta
  • 6 Claustro
  • 5 Iglesia de Santa María
  • 4 Canal de Pertusa
  • 3 Hacia el Canal de Pertusa
  • 2 La Cuadrada
  • 1 Mirador

El itinerario

Del albergue de Berbegal hay que dirigirse de nuevo al bar Meridiano, en la plaza España frente a Santa María la Blanca. Situándonos frente al bar tomamos la calle La Iglesia, la bocacalle de la izquierda. Al final de esta rúa giramos 90º a la izquierda por un tramo de cemento para bajar a la carretera y se continúa de frente atendiendo a las flechas amarillas y a unas señales del GR-45 que indican La Perdiguera. Un camino pedregoso desciende del altozano, dejando a mano derecha una nave ganadera y pasa bajo el tendido eléctrico. El rumbo que seguiremos hasta la Cuadrada parece trazado por un delineante, porque si fijamos la mirada al frente distinguiremos el conjunto blanco de La Cuadrada, que desde aquí apenas parece levantar un palmo del suelo. Persiguiendo nuestra sombra y volviendo la mirada para ver un interesante contraluz de Berbegal, avanzamos por el camino casi desnudo, sólo vestido por algunos almendros, y deleitándonos con profundas panorámicas. En una bifurcación en V seguimos el camino de la izquierda, como siguiendo de frente. (Km 2,5).

Ya en el último tramo, el camino tiende a borrarse y se convierte en unas rodadas que seguimos sin dificultad, ya con la vista fijada en el primer objetivo: La Cuadrada, diminuta población de Torres de Alcanadre, y la última del Somontano de Barbastro que cruza el Camino de Santiago. En las proximidades quedan aún algunos corrales que daban refugio al ganado de la cañada que unía Mequinenza y el pirenaico valle de Broto. Entramos por la calle Berbegal y giramos a la derecha por la calle mayor, que termina en una zona de descanso donde sería pecado no hacer un alto. El tejadillo y la fuente son de 10 (Km 6,3).

Giramos a la izquierda nada más pasar el crucero para tomar la pista que lleva al canal de Pertusa, una obra derivada del canal del Cinca (Km 7,4). Cruzamos el canal y seguimos por la derecha, acompañando su curso por la pista de servicio, flanqueada de juníperos. A los 2,3 kilómetros el canal viaja escondido (Km 9,7) y aún avanzamos 1,3 kilómetros más por la pista asfaltada. Antes de la señal de prohibido el paso, abandonamos por la izquierda la compañía del canal para salir a la carretera A-1217. La seguimos a la derecha hasta las puertas de Pertusa, paso seguro de la vía romana Ilerda – Osca y abrazada por un meandro del río Alcanadre, todo un perfecto modelo de oppidum. Abandonamos la A-1217 por el arcén izquierdo para entrar junto a unas bodegas excavadas y accedemos al núcleo por la calle La Tallada. Pertusa es la primera localidad de La Hoya de Huesca en el Camino (Km 12,6).

Ya en el interior del pueblo no hay que perderse la torre hexagonal exenta construida en 1578. Se atribuye a Juan de Herrera (El Escorial, Aranjuez, etc.) o a alguno de los arquitectos de su escuela. También merece la cripta románica situada bajo el altar de la iglesia barroca de Santa María, y como no tampoco uno se puede perder el bar del pueblo que se encuentra cerca de la iglesia de Santa María. Desde el parque de juegos bajamos unas escaleras hasta el puente de la carretera sobre el Alcanadre, afluente del Cinca. Aguas abajo aún sobreviven los extremos de un formidable puente romano que permitía el paso de la calzada. Aguas arriba vuela el acueducto del canal del Cinca. Nada más pasar el puente subimos a la derecha por un camino pedregoso entre montículos de arcilla y arenisca. Es un atajo que evita varias curvas de herradura de la A-1217. Salimos a ella y la seguimos por la derecha. Ahora viene un buen tramo de carretera con un arcén testimonial. Pronto, antes del punto kilométrico 25, pasamos sobre el canal del Cinca, obra hidráulica de 90 kilómetros regada por los potentes embalses del Mediano y El Grado(Km 14)

Sembrados y copetes de arenisca encauzan la carretera. La dejamos por el arcén derecho antes de llegar al punto kilométrico 22, por un camino medio oculto entre carrascas. Justo en ese punto, al otro lado de la carretera, se sitúa el cementerio. Aparte de las omnipresentes flechas veremos también las estacas jacobeas colocadas por la Hoya de Huesca en su plan de dinamización turística. El camino avanza hasta Antillón, altivo sobre otro teso y aún custodio de varios torreones de la muralla medieval, que defendía al vecindario con el también socorro de la empalizada natural que formaban las viviendas. El camino delega en una pista pavimentada que sube hasta la carretera y aviva el resuello. Si disponemos algo de tiempo es recomendable ir a la parte alta y ver las torres de Casa Cebollero y de la Cárcel, así como disfrutar de las vistas pirenaicas y de la Hoya que nos brinda un mirador. Algo más cerca quedan la iglesia de la Natividad, con vestigios románicos en la torre y en la portada, la almazara y el horno de pan. En un lateral del Ayuntamiento hay un bar social, con conexión a Internet, donde los vecinos han habilitado amablemente un par de literas para pernoctar. Si está cerrado preguntar por José María. (Km 17,8).

Seguidamente dejamos la carretera en Antillón, junto al p.k. 21, para subir por la cabañera de San Juan, una pista pavimentada que pasa bajo la ermita de San Juan, del siglo XVIII. Nos encaramamos a un balcón pedregoso, flanqueado por almendros y algunas construcciones agrícolas que domina desde la cercana población de Blecua y el barranco de la Hormiga hasta la Sierra y Cañones de Guara, con las tres Sorores pirenaicas sacando la cabeza al fondo de la postal. Es una parte para disfrutar, también con algunos cerezos y unas manchas de carrascas guiando la marcha, después del inusual empacho de asfalto que traíamos desde el canal de Pertusa. A 3,5 kilómetros de Antillón, ¡atención! , hay una bifurcación y giramos por el camino de la derecha, no una trocha pronunciada que hace un giro de 90 grados a la derecha (hay una flecha amarilla que al parecer confunde a los peregrinos), sino un poco más adelante una pista que sale también a la derecha pasados los árboles y que en seguida gira a la izquierda hacia una granja de cerdos. (Km 21,3) Bajamos para recibir pronto el olor de una balsa de purines, junto a una granja de cerdos, y damos a otra pista que seguimos por la derecha para en 200 metros más adelante girar a la izquierda (Km 22,6).

En este punto hay que decidir entre tomar esta nueva pista (vía romana) o continuar de frente hasta la A-1217, que se encuentra 400 metros más adelante. La opción por carretera, que ya ha dejado de señalizarse, aunque no admite pérdida, ahorra 1,5 kilómetros, pero implica casi 4,5 kilómetros de asfalto con varios toboganes hasta Pueyo de Fañanás. Si nos desviamos por la pista, opción señalizada en primavera de 2012 con flechas amarillas y que entronca con el trazado de la vía romana, tardaremos 20 minutos más, pero evitaremos exponernos al tráfico (esta alternativa sale marcada en rojo en el mapa de la etapa, aunque el perfil y la distancia total de 27,5 km hacen referencia a la opción por la carretera). Optamos por coger el camino, aunque hay que prestar atención pues la señalización según nos comenta un peregrino es insuficiente, que pasa bajo la línea eléctrica y continúa recto. Seguimos siempre de frente durante 2,3 kilómetros hasta llegar al cruce con la colada real de Antillón a Huerto, desenmascarada por la señal de ‘Vía Romana’ (Km 24,9).

Aquí tomamos el camino de la derecha, el que está rodeado de carrascas. Es la colada real, por la que avanzamos ya de frente sin atender a desvíos. A 2,1 kilómetros pasamos junto a una granja a mano izquierda y después otra a mano derecha, pasado esta última continuamos recto en el cruce para bajar a la acequia de las Lacunas y el río Guatizalema, punto por el que vadearía el cauce la calzada romana de Ilerda Osca. Ciento cincuenta metros antes de llegar al río justo donde hay una balsa giramos 90º a la derecha (Km 27,9) y vamos acercándonos a Pueyo de Fañanás por la parte sur. Una sola calle nos lleva hasta la plaza, donde se encuentra el bar social y el albergue, es recomendable llamar con antelación al albergue para conocer disponibilidad, ver observaciones, justo encima (Km 29).

Las dificultades

Observaciones

En imágenes

Qué ver, qué hacer

Los albergues

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